La expansión de la ONCE recibe la oposición de una buena parte del sector del juego

El mercado de la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE) se veía impulsado al extranjero gracias a los convenios con varias entidades europeas del sector del juego del espacio comunitario; pero la administración española, con el apoyo del parlamento europeo, ampliaba dichas fronteras a un mercado aún más global al incluir a aquellos países, como Croacia, que presentan un marco legal y fiscal idóneo para el mercado del juego además de estar en procesos de adhesión a la Comunidad Económica Europa (CEE). El horizonte para la oferta de sorteos y loterías de la ONCE parecía no tener fronteras gracias a esta serie de acuerdos bilaterales que darían la oportunidad a la entidad de poder optar por el título de una de las principales operadoras del panorama europeo.

Algunos medios de comunicación especializados del sector definían de privilegiada la nueva etapa de la ONCE que veía así un muy próspero futuro. Sin embargo, las críticas no solo han venido de la prensa especializada sino también, en una versión oficial, de la Federación Nacional de Operadores de Máquinas Recreativas y de Azar (FEMARA) que se ha presentado ante Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, discrepando sobre las modificaciones realizadas en el Real Decreto 358/1991, de 15 de marzo, por el Ministerio de Asuntos Sociales para ampliar el mercado de la entidad hacia los mercados extracomunitarios.

El mercado del juego está siendo una de las principales fuentes de ingresos del Ministerio de Hacienda pero los diferentes sectores están librando una batalla contra la administración con el fin de poder conseguir un mercado más igualitario. Las entidades del juego más importantes de nuestro país se encuentran sin duda en el sector de las loterías y concursos; desde SELAE hasta la ONCE, pasando incluso por los concursos de RTVE, el sector está muy vinculado al gobierno, un hecho que otros sectores han criticado de favoritismo. FEMARA ha pedido a la administración que estudien las modificaciones para que no creen repercusiones en el mercado a largo plazo, sin olvidar también la cuestión de favorecer a unos sectores frente a otros.