BCN World, Eurochina y Eurovegas: un país para jugar

El innovador concepto de nuevos espacios para la comunidad de jugadores de nuestro país ha venido de entidades y agencias inversoras extranjeras que apuestan por el gran potencial de España, una de las más características que se ha podido extraer en los últimos años de los distintos proyectos que han posicionado al país en el objetivo de grandes firmas inversoras del mercado internacional. A raíz de la aparición de la corporación estadounidense Las Vegas Sands con su ambicioso proyecto de la ciudad europea del juego, Eurovegas, agencias de inversión comenzaban a poner sobre la mesa de las administraciones, nuevos proyectos relacionados con el mercado turístico del juego. Eurovegas, BCN World o Eurochina, proyectos de gran envergadura que no han sido fácilmente aprobados por la opinión pública, están siendo a la vez respaldados por los millones de desempleados en el país, dado que la clase política no propone solución al desempleo sino que vuelve a ser el origen de todos estos males.

El proyecto de Eurovegas parece estar en espera hasta que la corporación estadounidense envíe a otra comitiva de directivos muy pronto para concretar detalles del proyecto; el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, recibirá en tan solo un par de semanas a la directiva de Las Vegas Sands encabezada por su director, Michael Leven, para tratar los plazos límite de las distintas fases del proyecto. Eurovegas ha impulsado a otros proyectos de similar envergadura como BCN World, un “proyecto que avanza según los plazos previstos” según la promotora Veremonte, unas declaraciones necesarias para tapar el secretismo que se cierne sobre este proyecto; el reciente Eurochina, aparece como otro de los proyectos que, agencias de inversión de países asiáticos han proyectado sobre la capital española haciendo uso de los terrenos descartados por Eurovegas. Este último proyecto de Eurochina está dando mucho más que hablar en el país debido a que, la sociedad española teme por la aparición de nuevas tramas de fraude y corrupción, cuestiones que no han venido del mercado del juego, sino de las mafias asiáticas que han utilizado esta industria como escenario de sus crímenes.