BCN World recibe los favoritismos propios del gobierno de Cataluña

El gobierno catalán, en un afán de mantener a una región barrida por la crisis, ha querido darle las mejores ventajas fiscales al macro complejo turístico del juego y del ocio del Mediterráneo, BCN World, como bien lo ha hecho Madrid con Eurovegas. En un intento por mantener esa falsa fachada de integridad y solidaridad con el ciudadano, el gobierno catalán ha sido incluso capaz de arremeter contra la Comunidad de Madrid debido a la reducción de los tipos impositivos a los establecimientos y salas de juegos como los casinos que se instalarán en Eurovegas y BCN World. La nota que ha puesto mayor interés en esta noticia no ha sido el hecho de que el gobierno catalán haya dado paso a una rebaja de impuestos a empresas, entidades que supuestamente han de sostener la economía de los países. En este caso, el gobierno catalán ha querido que el ciudadano mire hacia otro lado por lo que ha sido preciso involucrar al gobierno de Madrid el cual hacía exactamente lo mismo con Eurovegas a la vez que se defendía de las miles de críticas negativas del gobierno y la sociedad catalana. Con esta nueva modificación de la ley 2/1989 sobre centros recreativos turísticos y de establecimiento de normas en materia de tributación, comercio y juego, el gobierno catalán ha podido rebajar un 45% los tipos impositivos sobre los establecimientos de juegos, un impuesto que no se comenzará a imponer hasta que BCN World comience su actividad.

El, ha sido el máximo defensor de esta reforma así como el principal protagonista durante la aprobación de la reforma de ley. Sin embargo, su cometido en este gran macro proyecto turístico, BCN World, no ha podido evitar caer en el mismo rol que política y sociedad catalana parecen haber adoptado en los últimos tiempos, una actitud que hasta el mismo gobierno europeo ha reprochado y calificado de vergonzosa. En la comparecencia, el conseller de Economía y Conocimiento, Andreu Mas-Colell ha aludido a Madrid como la ciudad que ha permitido una mayor reducción de los tipos fiscales impositivos sobre los centros de ocio y juego, olvidando que Catalunya le ha seguido el ritmo a Madrid y a su Eurovegas.

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