¿Qué es ser agresivo en el póker?

En el póker es importante ser agresivo para ganar, pero ¿qué significa ser agresivo? No, no se trata de gritarle a tus contrincantes, sino simplemente de subir la apuesta. Para hacerlo se deben tener sólidos conocimientos sobre póker. Por tanto, esto no es apto para un jugador novato. Lo más recomendable es coger mucha experiencia antes de ser agresivo.

Te recomendamos practicar con las demos gratuitas de los casinos online antes de adoptar esta técnica. Y cuando estés preparado puedes jugar en Casino Barcelona, en 888poker o en Betfair. Sin embargo, la agresividad siempre debe ser controlada, ya que un exceso de esta te puede hacer perder. Y más si te enfrentas con jugadores hábiles.

Jugar agresivo de principio a fin

Para conseguir el éxito en el póker no basta con ser agresivo en alguna mano, sino desde el principio hasta el final de la partida. Normalmente esta técnica funciona, y muy bien. Además, debes mantenerte fuerte durante todo el juego y estar seguro de tu victoria. Si todo va bien, a largo plazo, conseguirás grandes victorias.

La agresividad en el póker no consiste solo en hacer faroles. El objetivo es conseguir manos fuertes. Puedes ver torneos de póker online para ver cómo actúan los jugadores agresivos. Podrás comprobar que van a por todas, pero siempre con control. Al fin y al cabo, la agresividad es para aumentar nuestras posibilidades de ganar, no de perder.

Características de los jugadores agresivos

• Controlan las posiciones que hay en la mesa y saben cómo adaptarse a cada una
  
• No temen ni a sus rivales ni sus respectivas apuestas. Su misión es mantener su entereza
  
• Son excelentes estrategas, pues para jugar al póker es esencial
  
• Manejan perfectamente las matemáticas aplicadas al juego y las probabilidades
  
• Diferencian las clases de oponentes y estudian a los que están jugando con ellos

¿Mejor usar la estrategia o la agresividad?

Ambas son necesarias, pero ¡sobre todo la primera! Aunque tener una actitud agresiva en el póker es una gran aliada, de poco nos servirá si no aplicamos buenas estrategias. Pues, no lo olvidemos, este juego está basado en la habilidad y no en el azar. La agresividad se podría decir que es un excelente complemento, mientras que la estrategia es la esencia propia del juego.

Combina ambas y te convertirás en un gran jugador de póker. El azar también puede contribuir a la victoria, pero en un pequeño porcentaje, y siempre de manera temporal. En cambio, un buen juego y una agresividad controlada te pueden hacer ganar muchas partidas de forma continuada. Como dice el antiguo dicho… “la práctica hace al maestro”.