El malware Odlanor puede espiar tu mano cuando juegas a póquer

El sector del juego legal online se halla inmerso en una clara dinámica ascendente y ello supone importantes ventajas para los usuarios por las crecientes promociones pero también puede acarrear ciertos problemas derivados del éxito. Y es que, al igual que ocurre en otros sectores, el póquer en la red ha sufrido un ataque cibernético en forma de malware, esto es, un virus destinado a distorsionar el funcionamiento habitual de las partidas con objeto de hacer trampas. El troyano en cuestión se llama Odlanor.

Difícil de detectar y eliminar, Odlanor entra en los ordenadores o móviles como cualquier otro virus y se activa cuando los usuarios están jugando una partida de póquer en alguna de las principales casas del mercado. Cuando esto ocurre, el malware realiza una captura de pantalla del sistema infectado y transfiere la información al emisor del troyano. El objetivo de este procedimiento es conocer cuál es la mano de los participantes en el juego, lo cual permite anticipar sus movimientos o preparar una estrategia apropiada para ganar más dinero.

Para redondear el proceso, el virus no se transmite durante la partida, sino que una vez que se ha infectado a un ordenador Odlanor comunica al hacker en qué torneos participa la víctima. Dicho de otro modo, el ciberdelincuente suelta una serie de troyanos y estos le comunican en qué partidas están participando los sistemas afectados. Como puede verse, el daño puede ser enorme si el usuario infectado no se percata de ello y participa en muchas partidas con total tranquilidad.

Según se ha conocido en las últimas semanas, el virus se transmite a través de algunos programas que se instalan en los ordenadores en los llamados juegos con descarga. Por ahora, se han detectado casos de este tipo en plataformas tan importantes como PokerStars y Full Tilt Poker. No resulta difícil de imaginar que el daño económico que ocasionan este tipo de práctica no se limita a las pérdidas que puedan sufrir los usuarios afectados, sino también a los operadores que pierden usuarios que sospechan de su seguridad. En cualquier caso, el número de incidencias no es demasiado elevado.