Historias increíbles de póker

Escenario de duelos entre personas que blanden sus naipes como si de revólveres del lejano oeste se tratara, el póker ha sido fuente de las historias más increíbles durante una larga historia que, hoy, luce más viva que nunca. Veamos esos momentos que recordaremos por siempre y aquellos que parecen haber cruzado la frontera de lo increíble.

El mayor escándalo de Russ Hamilton

Dicen que hay gente con mirada tan penetrante que consigue leer hasta tus pensamientos. ¡Vaya jugador de póker que sería alguien así! También hay de los otros, que acuden a pequeñas -o no tan pequeñas- ayudas para lograr el mismo cometido. Hablamos de Russ Hamilton, un hombre que, allá por la década de 1990, utilizaba un software especial para espiar las cartas de sus oponentes. De esta forma, acumuló ganancias por más de 20 millones de dólares y estafó a gente tan famosa como Ben Affleck, el conocido actor de Hollywood.

Un error de impresión te puede hacer millonario

¿Te molesta que el libro que compraste tenga un borrón en una página? Imagina si el error se produce en los naipes de un casino. En 2012, en Londres, Phil Ivey aprovechó ese hecho fortuito para adivinar naipes solo con ver determinados errores de impresión y, así, ganar 9 millones de euros, que le retuvieron una vez que los responsables del casino se dieron cuenta de la treta.

Una partida con Richard Nixon

Imagina tener un ingenio tan sobrenatural que te vuelve invencible en lo que sea que juegues: puedes derrotar al campeón de ping-pong, llegarás primero en una carrera de caballos o acertarás a cada hoyo de golf. Esto le sucedió a Amarillo Slim, un hombre vestido con un llamativo sombrero de vaquero que ganó varias series mundiales de póker y que asegura haber jugado una partida con los expresidentes Richard Nixon y Lyndon Johnson, además de con el escandaloso Larry Flynt. De hecho, su vida fue tan extraordinaria que hasta sufrió un secuestro por error perpetrado por gente del narcotraficante Pablo Escobar. Pero ni así lograron quebrarlo. Su primera derrota en las apuestas llegó recién en 2012, cuando contaba la edad de 83 años.

El hombre que apostó a su esposa

Por más increíble que parezca, en el norte de la India hubo un hombre que apostó a su esposa de 32 años luego de que no le quedara ni un centavo en los bolsillos. Por suerte para ella, logró salir de la casa donde sucedía la apuesta y llegar a la comisaría más cercana, donde denunció que su marido la había forzado a ser un elemento más de sus desastrosas apuestas.

La partida sin fin

Por último, en 1989, dos jugadores de póker se vieron las caras: la leyenda Johnny Chan contra el prometedor Erik Seidel, apodado el "chico maravilla". Pero lo que más resaltó no fueron los trucos del juego de ambos sino la duración de ¡más de 6 horas! de una partida cargada de tensión. Finalmente, ganó Chan, el favorito, al demostrar su maestría en el engaño con un farol en el river.