Las mujeres y el póker

Cualquier persona que se imagine una partida de póker, pensará primero en una mesa redonda y luces bajas. También pensará en el humo de cigarros sobrevolando la escena. Y alrededor de la mesa, varios hombres que dividen su atención entre las cartas que tienen en la mano y la lectura del rostro de sus rivales. Pero ¿y las mujeres? ¿Tienen un lugar en el mundo del póker?

Un mercado por explotar

Desde la década de 1990 que se dice que las mujeres en el póker son un mercado por explotar, pero, pasados más de 30 años, la situación no cambió demasiado. En la actualidad, representan alrededor del 5% de los jugadores cuando son más del 50% de la población mundial. ¿Es que hay algo inherentemente masculino en el póker? Basta ver el caso de la estadounidense Efthymia Litsou, a la que no le alcanzó con ser la mejor jugadora mujer en 2022 para meterse entre los 100 jugadores del mundo con mejores ganancias.

La primera respuesta a la pregunta puede ser que la historia del póker estuvo siempre protagonizada por hombres. Y esto tiene razones lógicas, ya que, hasta hace muy poco tiempo, ellos tuvieron libertad total para el esparcimiento y el ocio en su tiempo libre. Podían pasar la noche jugando y volver a una casa atendida por sus esposas. Entonces, hoy, para una mujer novata puede resultar un poco intimidante sentarse en una mesa rodeada de hombres.

El póker en línea

Si bien puede ser difícil para una mujer comenzar a jugar póker en un lugar físico, rodeada de hombres, la posibilidad de jugar póker online tiene el potencial de cambiar la ecuación. Amparada por el anonimato, la mujer puede jugar en salas sin importar por quiénes estén compuestas. De esta forma, solo se concentrará en sus propias habilidades y en la experiencia de sus contrincantes.

Por esta razón, cada vez más mujeres eligen el póker online para dar sus primeros pasos. Es que pueden equivocarse sin temor al ridículo, porque tienen una comunidad detrás que les dará consejos o compartirá sus experiencias. Y porque les bastará un buscador para encontrar infinidad de técnicas, consejos y trucos para seguir.

Mujeres ejecutivas

¿Te imaginas una universidad que te enseñe a jugar al póker? Es el caso de la Universidad Northwestern, en el estado de Illinois, en Estados Unidos, que ofrece un programa muy particular mediante el cual las mujeres pueden perfeccionar sus habilidades de liderazgo. La hipótesis es que aprender póker es aprender a tomar decisiones que tienen un cierto grado de incertidumbre, en una situación tensa de competencia.

Y no solo de tomar decisiones se trata, sino que jugando al póker se pone en juego la habilidad para negociar. Se trata de saber o adivinar qué cartas tiene la otra persona o empresa competidora, qué cartas tengo yo y, a partir de esa presunción, hacer más sólida una postura. ¿Acaso mi competencia está tirando un farol? ¿Vale la pena hacer un trato con ellos por esas cifras?

Por último, el póker también entrena las emociones. Por un lado, ayuda al equilibrio emocional. Quien se desespera o demuestra desesperación, corre en desventaja frente a quien no deja que su rostro sea un libro abierto. Incluso correrá con mucha ventaja la persona que sepa usar la palabra justa para desencadenar una emoción en la persona con la que esté negociando o con la que esté discutiendo. Y esto puede ayudar a crear un clima más sano de trabajo.