El póker en el salvaje oeste

El cine de Hollywood popularizó un fenómeno histórico de los Estados Unidos, cuya población se expandió hacia el oeste al ritmo del crecimiento demográfico y económico de ese país en el siglo XIX. Basta mencionar "el oeste" para que te imagines las carretas de familias de colonos armados con escopetas, dispuestos a reclamar su porción de tierra -o con el sueño de encontrar oro- para el cultivo. Pero las carretas, los caballos y el desierto no son los únicos lugares comunes cuando hablamos de cowboys. El lugar por excelencia de un pueblo del oeste es el "saloon", el típico bar donde los hombres tomaban un trago en la barra, charlaban, discutían en mesas redondas y, claro que sí, jugaban partidas de póker que podían llegar a ponerse muy calurosas (y no precisamente por el desierto).

Billy "The Kid"

Mencionamos la fiebre del oro, que impulsó la inmigración hacia la costa oeste a mediados del siglo XIX. En este proceso se conocieron Henry McCarthy -que también usó los nombres Henry Antrim y William H. Bonney- alias Billy The Kid, y Pat Garret, sheriff que lo mataría a balazos luego de perseguirlo durante meses por robos y asesinatos. Dicen que en ese entonces los unió la pasión por el póker, al punto que llegaron a apodarlos pequeño y gran casino, por las diferencias de tamaño. Desde ya, son tantas las versiones sobre esta leyenda, que resulta difícil conocer los hechos a ciencia cierta. Incluso dicen que Billy jamás murió, y aseguran que tuvo una descendencia que llega hasta la actualidad.

Red Dead Redemption 2

El oeste y el póker también son temas importantes en los videojuegos. Basta ver el gran éxito de Rockstar Games Red Dead Redemption 2, en el que podemos jugar partidas con un alto nivel de realismo en la misión llamada "Poker Job". Arthur, el protagonista, deberá hacerse pasar por un magnate del petróleo y podrá elegir si pide o no ayuda para desplumar a sus oponentes.

La mano del hombre muerto

Incluso hay una mano en el póker apodada "del hombre muerto" en referencia al famoso pistolero y jugador Wild Bill Hickok, quien estaba jugando una partida de póker en Deadwood, Dakota del Sur, en 1876, cuando fue asesinado. La leyenda dice que estaba jugando el as de tréboles, el as de picas, el ocho de tréboles y el ocho de picas en el momento en que dio el último suspiro.

En el cine

Por último, pero no menos importante, están las referencias en películas. Podemos ver a Mel Gibson en el papel de Maverick, un busca fortuna con la suficiente picardía para engañar a ingenuos y quedarse con todas las fichas de la mesa de póker. O al famoso Jack de Leonardo DiCaprio, que se gana los boletos del Titanic en una mesa de juego. O cualquier película de Hollywood ambientada en Las Vegas, que tendrá al póker como uno de sus condimentos favoritos.

Pero la partida más impactante sucedió afuera de las pantallas. En Dodge City, en el oeste, dos pistoleros rudos protagonizaron un verdadero récord: se odiaban tanto que no llegaron a terminar ni la primera mano. Dispararon, murieron al instante y, con ese hecho, establecieron el récord de la partida más corta de póker.