Texas Hold'em, la apasionante historia de la variante más mediática del póker

A comienzos de 2024, la popular cantante norteamericana Beyoncé sorprendió a propios y ajenos con el lanzamiento de una canción de temática country, género muy escasamente cultivado por la diva de Houston hasta el momento. El tema fue un éxito inmediato y otro detalle que llamó la atención del mismo fue que hacía referencia a una de las variantes más conocidas del póker, el Texas Hold'em. Esta curiosa temática llevó a muchos fans de la artista, que no en vano es texana, a preguntarse sobre el origen y el sentido de esta modalidad del póker. Esta es la apasionante historia del Texas Hold'em.

Un origen confuso

Aunque el nombre de la variante parezca conducirnos indudablemente hacia el Estado de la Estrella Solitaria, lo cierto es que no está tan claro que el Texas Hold'em naciera precisamente en la región a la que debe su nombre. Es muy posible que esta modalidad se abriera camino como uno de los juegos de cartas que servían para distraer a los soldados en los momentos de asueto de la Guerra Civil estadounidense (1861-1865). En esos primeros compases, el juego carecía de unas reglas claras y, muy probablemente, estas cambiaban según las circunstancias.

A comienzos del s. XX es cuando localizamos el primer documento que incluye una mención expresa a esta variante. Hablamos de un texto legal que se conserva en Robstown, una localidad situada en el extremo sureste de Texas. Sería esta circunstancia la que acabaría dando al juego el nombre del Estado, si bien tardó todavía varias décadas en alcanzar cierta notoriedad entre los aficionados al póker.

La consolidación de la modalidad

No sería hasta la década de 1960, cuando el Texas Hold'em fue adquiriendo protagonismo en los casinos. Nuevamente, nos encontramos con varias teorías respecto al porqué de la popularización del juego. Una de las más asentadas es la que refiere que, en el contexto de la Segunda Guerra Mundial, los batallones procedentes de Texas y otros Estados donde ya se jugaba a esa variante, la popularizaron entre los soldados del resto de Estados. Casualidad o no, fue pocos años después del final de esta guerra cuando el Texas Hold'em empezó a incluirse como modalidad disponible en algunos casinos de Las Vegas, como el Golden Nugget, que reclama para sí este honor.

Presente ya en los tapetes de los principales casinos, el salto definitivo del juego se produjo en la década de 1970. Fue entonces cuando se crearon las World Series of Poker (WSOP), las series mundiales que convirtieron al póker en el juego de cartas más importante del planeta. Pocos años después del lanzamiento del formato, el Texas Hold'em empezó a contar con sus propios torneos. Esta repercusión mediática permitió que muchos aficionados comenzaran a interesarse por esa modalidad tan dinámica, que ofrecía partidas más rápidas y vistosas.

Hollywood no tardó en hacerse eco de este juego en sus películas y la cultura popular empezó a asociar la variante como la más genuina expresión del póker. Pensemos, por ejemplo, en el impacto de la mítica canción de Kenny Rogers, The Gambler, lanzada precisamente en 1978. En este pegadizo tema se hace referencia a múltiples fases de una partida de Texas Hold'em, trazando un paralelismo con diferentes momentos de la trayectoria vital de las personas.

La situación actual del Texas Hold'em

En la actualidad, el Texas Hold'em es la modalidad más jugada del póker y ha inspirado incluso sus propias variantes, como el Greek Hold'em o el Six-plus Hold'em. Veremos si el éxito de Beyoncé contribuye a alumbrar una nueva versión del juego.